Dos policías estatales asignados a la protección de Eneyda Rocha Ruiz resultaron heridos durante un ataque armado en Culiacán; uno de ellos permanece grave
Culiacán, Sinaloa — La violencia volvió a sacudir la capital sinaloense este martes cuando dos agentes de seguridad asignados a la protección de Eneyda Rocha Ruiz, hija del gobernador Rubén Rocha Moya y presidenta del DIF estatal, fueron atacados a balazos en un presunto intento de despojo de vehículo en las inmediaciones del canal 7, cerca de la avenida Jesús Kumate.
De acuerdo con la Secretaría de Seguridad Pública estatal, el conductor de la camioneta oficial resultó herido de gravedad y fue trasladado de emergencia a un hospital privado, mientras que su compañero también presentó lesiones pero se encuentra estable. La unidad oficial en la que viajaba la nieta del gobernador, quien salió ilesa, recibió múltiples impactos de bala.
Fuentes federales confirmaron que los escoltas lesionados son policías estatales asignados a la ayudantía del gobernador, específicamente destinados a la seguridad de la presidenta del DIF. Aunque no se ha precisado si Eneyda Rocha Ruiz estaba presente al momento del ataque, el propio mandatario estatal informó en redes sociales que su nieta se encontraba dentro del vehículo.
El tiroteo no solo puso en riesgo a los elementos de seguridad y a la familia del gobernador: un autobús de transporte público que circulaba en la zona también recibió impactos de bala, aunque afortunadamente los pasajeros resultaron ilesos.
La agresión se registró en una zona céntrica de Culiacán, lo que generó una amplia movilización de corporaciones policiacas. El Grupo Interinstitucional acudió al lugar para contener la situación e iniciar un operativo de búsqueda de los agresores, quienes lograron huir tras el ataque.
Este nuevo episodio de violencia ocurre en un contexto de creciente tensión en Sinaloa, donde en los últimos meses se han incrementado los ataques contra fuerzas de seguridad y funcionarios públicos. La gravedad del hecho no solo evidencia la vulnerabilidad de los cuerpos de protección, sino también la escalada de impunidad con la que operan los grupos criminales en la capital del estado.

