noviembre 15, 2025

Mazatlán, Sinaloa. – Lo que comenzó como un llamado desesperado de auxilio en redes sociales terminó en tragedia. Martín Arellano, comunicador identificado como cercano a los gobiernos de Andrés Manuel López Obrador y Claudia Sheinbaum, falleció en la madrugada del 5 de septiembre luego de permanecer más de cinco horas implorando atención médica en Mazatlán.

Arellano, quien había defendido públicamente al proyecto de la llamada “Cuarta Transformación”, fue víctima de un infarto y relató en tiempo real, a través de su cuenta de X (antes Twitter), las dificultades que enfrentó para recibir atención en el IMSS.

El jueves 4 de septiembre, a las 12:34 horas, envió un primer mensaje dirigido al director del IMSS, Zoé Robledo, y a la presidenta Claudia Sheinbaum: “No hay aplicación de tu IMSS con código infarto”. Trece minutos después, reiteró su súplica: “Necesito ayuda. Probable infarto y no hay aplicación código infarto, ni puedo moverme”.

A las 14:45 publicó una fotografía desde la Cruz Roja, denunciando que “el IMSS no sirve en estos casos”. Una hora más tarde, señaló que finalmente el IMSS lo había estabilizado, pero que fue trasladado a un hospital de zona donde quedó en una camilla haciendo fila en un pasillo.

Su último mensaje fue a las 17:53: “Desde mi pasillo con calidad de urgente”.

Nueve horas después, según la bitácora oficial del IMSS, Martín Arellano murió a las 2:25 de la madrugada del 5 de septiembre por insuficiencia cardíaca.

El caso ha desatado indignación y debate en redes sociales, ya que pone en entredicho la narrativa oficial de que el sistema de salud mexicano funciona “mejor que en Dinamarca”, como ha sostenido el presidente López Obrador en múltiples ocasiones.

Más allá de posturas políticas, la muerte de Arellano evidencia las deficiencias estructurales del sistema de salud. Diversas voces señalan que esta tragedia se suma a las denuncias previas de padres de niños con cáncer, organizaciones civiles y pacientes que han alertado sobre desabasto de medicamentos y carencias en hospitales.

Martín Arellano falleció pidiendo auxilio y dejando constancia de un problema que, según críticos y especialistas, el gobierno ha intentado minimizar.

Descanse en paz.

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